Historia del vino
20 Oct

El vino es un producto que ha acompañado al hombre a lo largo de la historia y se ha ido expandiendo por el mundo desde tiempos ancestrales, evolucionado junto con la sociedad hasta alcanzar los niveles de producción, calidad y popularidad que hoy conocemos.

La historia del vino comienza en 5400 a.C. donde se encuentran los primeros vestigios de vino en el Periodo Neolítico, en los montes Zargos (región que hoy ocupan Irán e Irak), lo que lleva a generar la idea de que fue en este periodo el origen del vino ya que, de acuerdo con los testimonios arqueológicos, se tiene registro de la aparición de la cerámica y que la presencia de Vitis vinífera sylvestris. En esta región se encontró una vasija con un residuo rojizo, presumiblemente de vino.

Durante el siglo XX a.C. se extiende el consumo y producción de vino hacia occidente llegando a Anatolia y Grecia y hacia el sur llegando a Egipto. En Egipto durante el siglo XVI a. C. ya habían adoptado el proceso de fermentación de la uva, mientras que en Grecia la documentación más antigua de viticultura data del Siglo VIII a.C. donde se bebía el vino con agua y se conservaba en pellejos de cabra.

Durante este periodo debido al intercambio cultural entre Egipto, Grecia y Roma, un elemento importante fue el vino, ya que era un producto que, durante los viajes, no se descomponía fácilmente como era el caso de otros productos perecederos, por lo que los romanos rápidamente lo adoptaron como parte de su cultura. Los Romanos, Griegos y Egipcios adoraban a Dionisio o Baco (Dios de los Viñedos).

Durante el imperio Romano, se extendió esta cultura en todos sus dominios. Sin embargo, la ciudad de Gadir -Cádiz- fue fundada por los fenicios sobre el año 1.100 a.C. y allí se encuentra uno de los lagares más antiguos en la colonia del Castillo de Doña Blanca. Estuvo en funcionamiento hasta el siglo 8 a.C. Así empezaron la fama de los vinos de Hispania. Luego llegaron los griegos, quienes llevaron la vid y el vino a costas catalanas; y los romanos con su gran expansión llevando la cultura del vino y siendo la zona sur (los puertos de Cádiz, Coruña, Málaga y Cartagena), los proveedores más importantes de vino a Roma y hasta el norte en Levante y Tarragona.

Sobre el año 600 A.C, los griegos habitantes de Lidia, huyendo de la invasión Persa, se establecieron en Córcega y fundaron Massalia (hoy Marsella), llegando a controlar las rutas fluviales del Ródano, del Saona, del Sena y del Loira. Massalia producía su propio vino, así como las ánforas para exportarlo.

En la época en que los griegos se expandían por el Mediterráneo, ellos dominaron casi toda la región de los Alpes, invadiendo Lombardía, en el norte de Italia, donde fundaron Milán, tras crear antes un asentamiento en el Danubio, de este modo, los galos tuvieron contacto con los vinos del Mediterráneo desde épocas muy antiguas, pues los griegos de Marsella comerciaban vino con ellos.

Posteriormente Marsella pasó a formar parte del imperio romano en el año 125 a.C. siendo esta la primera colonia romana en Francia, y los romanos fueron extendiendo sus dominios ascendiendo por el Valle del Ródano, llegando hasta Buredos durante el reinado de Cesar, conforme fueron avanzando se fueron plantando viñas, que tenían un efecto civilizador y de asentamiento, éstas se plantaban principalmente en las laderas de los rios, por servir de medios de comunicación y transporte de cosas pesadas.

Durante la era del cristianismo los Romanos Destierran a Dionisio y Baco, confiriéndole un valor simbólico al vino, interpretado como la Sangre de Cristo, utilizado como un elemento básico para la celebración de los oficios religiosos.

En el siglo II había viñedos en la Borgoña, en el siglo III, en el valle del Loira y en el IV en las regiones de París, Champaña y Mosela. Los viñedos de Alsacia no tienen origen romano, pues no se iniciaron hasta el siglo IX.

En el Siglo V los romanos se retiraron de lo que hoy es Francia, habían sentado los fundamentos de casi todos los mayores viñedos del mundo moderno.

Durante la conquista árabe en el año 711 se paralizó la producción de vino en España. Pero su actitud frente al vino era un poco ambigua. Por una parte las leyes coránicas lo rechazaban (consumo, venta y embriaguez) pero tenían otras prácticas más permitidas o toleradas. Y así fue como plantar vides se convirtió en un acto de rebeldía y la viticultura se expandió por otras zonas de España.

En 1492, Los españoles envían vino hacia la nueva España, siendo éste parte de la cultura de los primeros colonizadores de América (para consumo y para los oficios religiosos); Hernán Cortés fue el principal promotor de la cultura Vinícola en la Nueva España. Sin embargo, el esfuerzo de enviar vino era demasiado, así que en 1524 cada Español debía sembrar 10 viñas por cada indígena a su servicio, generando la proliferación de viñedos en lo que hoy es México. En un corto plazo, la práctica de siembra de vides se había extendido al Virreinato de Perú (Comprendía desde Panamá hasta Chile).

Para 1554, ya se producía vino para consumo local y exportar hacia España, lo que comenzó a impactar en la producción y consumo de vino español, en 1595, el Rey Felipe II ordena la destrucción de todas las viñas en la nueva España, y en 1597 otorga un permiso especial a Don Lorenzo García para sembrar sus propias viñas, lo que más tarde se conocería como casa Madero y siendo hoy una de las 10 bodegas más antiguas del mundo.

Sin embargo, había una salvedad en el edicto, del Rey Felipe II, se permitía el cultivo de la vid por parte de los Jesuitas, dispensa sustentada en la necesidad de contar con vino para la celebración de oficios religiosos. Y así es como llega de la mano de los Jesuitas el vino hasta Argentina, y más tarde en 1888 en la misión dominicana de Santo Tomás en Baja California.

Por otro lado, la manera en que llega el vino a Sudáfrica en 1655 por la empresa holandesa de las Indias Orientales, a cargo de Jan Van Riebeeck quien estableció su estación de abastecimiento en Cabo de Buena Esperanza para los barcos que se dirigían a la India (Siguiendo la ruta de las especias). Se plantaron la vides con un objetivo curativo para los casos de escorbuto entre los marineros.

Simón van der Steel, su sucesor como Gobernador y experimentado viticultor, plantó sus propias vides en la antigua Wildebosch (Constantia). Nombró a esta amplia superficie de viñedos “Stellenbosch”, que significa “el bosque de Van der Steel”.

En 1756 se crea en Portugal la Compañía General de la Agricultura de las Viñas del Alto Duero y con esta se genera la primera Denominación de Origen regulada legalmente, con la que se pretendía asegurar la calidad del vino de Oporto, así como regular la producción, el comercio y fijar márgenes de precio.

La vid llegó a Australia en 1788 durante la Colonización Inglesa buscando tener un proveedor de vino alejado de la inestabilidad comercial de Europa debido a las guerras (Los ingleses no son productores de vino, pero si aficionados a los vinos Franceses y Españoles)

Las primeras viñas fueron plantadas en el jardín del gobernador Phillip, hoy el centro de Sydney. El cultivo se extendió rápidamente, primero hacia las afueras de Sydney y hacia Hunter Valley, llegando luego a la zona oriental y meridional, y finalmente hasta Victoria y Tasmania.

1855, se establece la Clasificación oficial del vino de Burdeos para la Exposición Universal de París, a solicitud del Emperador Napoleón, en la que los vinos se catalogaron por Importancia según la reputación del Château y el precio del Mercado (lo que estaba relacionado directamente don la calidad).

La filoxera llegó a Europa entre los años 1832 y 1840, entrando por Francia, en la zona de Languedoc. Tuvo su origen en la importación de vides del continente americano y se desarrolló durante el último cuarto del siglo XIX y principios del siglo XX afectando a casi la totalidad de los viñedos de toda Europa.

Para solucionar el problema, se enviaron cepas a diversas partes del mundo con el fin de rescatarlas (Incluidas regiones que no habían tenido vide anteriormente, como fue el caso de California) y adicionalmente se hicieron diversas investigaciones, finalmente el método que tuvo éxito y es el que hoy en día se sigue utilizando es la plantación de raíces provenientes de vides americanas sobre las que se injertan las variedades europeas de la vid.

Actualmente, cuatro países producen la mitad de todo el vino del mundo que son Italia, Francia, España y EEUU. Seguidos por Argentina y si seguimos la lista, tan sólo 10 países producen el 80% del vino en el planeta, según los últimos datos publicados por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).

Línea de Tiempo de los principales sucesos en la historia del vino.

 

 

Autor: Oscar Alejandro Rodríguez Paz

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